Supongo que a estas alturas todas conocéis el archi famoso
SAL de Isi y su cestita japonesa y aunque hasta ahora no había publicado nada en el blog, yo soy una mas de las tantas que nos hemos apuntado a esta segunda oportunidad para hacer esta preciosa cesta.
Hace unos días hablando con Mary Carmen del blog
Coso que te coso me preguntó porque hasta ahora no había publicado nada en el blog y la verdad es que no hay un motivo especial, he ido publicando otras labores y mis avances en el SAL si que los he compartido con muchas de vosotras pero en facebook y hemos hablado mucho de nuestros avances y de alguna dificultad que nos ha surgido así que si no me sigues por
facebook ahora es un buen momento para dar al me gusta y no perderte nada.
Con mi cambio de casa no hago mas que buscar cajas, cestas, latas y demás artilugios para poner un poco de orden en todos mis materiales y cuando vi este SAL no dude ni un momento en hacerlo
¡con lo bien que me viene a mi una cesta!!!
aunque mi gozo en ese sentido duro poco, porque no es una cesta, noooo, es una cestita y muy pequeñita, así que mis problemas de almacenaje y orden no me los va a solucionar jajaja
Pero como todo lo pequeño tiene ese encanto especial en el detalle y como Isi propuso unos plazos muy asequibles para cada etapa he podido cumplir los objetivos sin ningún estrés y eso que como vosotras siempre tengo varias labores entre manos.
Decir que he disfrutado de cada etapa es poco, me lo he pasado pipa.
Las ganas con que he recibido cada nueva etapa del SAL y la ilusión con la que he ido preparando las telas, prácticamente son todas japonesas, aunque todas todas no.
El siguiente paso es hacer las aplicaciones.
Como son piezas tan pequeñitas son ideales para hacerlas con apliquick.
Es evidente que he cogido soltura con los palillos y que estoy mas que satisfecha con el resultado.
Para coser las aplicaciones he utilizado seda, ha sido otro de mis últimos descubrimientos, quedan el doble y eso que tengo pocos colores.
Y llega el momento del bordado, un montón de pequeñas florecitas llenan los cuatro lados de la cesta.
Y me acorde de una de mis compras de Sitges, en Lunares compre unas cuantas bobinas de lana que andaba detrás de ellas desde hacia tiempo y decidí probar a ver que tal quedaban.
Probé con un poco de miedo porque al fin y al cabo es una lana rustica y para hacer los nudos de las flores pensaba que igual no iba a correr, pero estaba equivocada, me encantan como han quedado.
Al ser mas grueso le da un volumen muy majo a las flores y aunque no tiene el brillo del mouliné, me gusta mucho el efecto que hace con las telas japonesas.
Y para finalizar cada etapa el acolchado que he hecho con hilos Valdani.
Solo espero que viendo estas fotos os pueda transmitir todo lo que he disfrutado de cada puntada, de cada piececita, de cada bordado que hasta ahora he dado en esta cesta.
Ahora queda la ultima etapa, la que me parece a mi que va a ser la mas complicada, el montaje.
Siempre me toca pelearme con los montajes pero confío en que Isi nos lo explique todo muy detalladamente para poderlo sacar adelante, pero eso ya será otro día.
Y para terminar, una imagen refrescante sacada de este sofocante fin de semana.
Se trata de una tradición de Barcelona que no conocía y que me ha gustado mucho y que tiene lugar el dia del Corpus y que se llama el huevo como baila.
La tradición dice que hay que hacer bailar un huevo en los surtidores de las fuentes situadas en claustros, patios o jardines. Las fuentes se decoran con flores y el huevo se coloca en el surtidor de modo que gira sin caerse.
Quiero aprovechar para dar la bienvenida a mis nuevas seguidoras y daros las gracias a todas por estar ahí, porque se que puedo contar con vosotras cada semana.
Un abrazo y....
Feliz Semana!!!